Los hilos de chenilla, llamados así por sus pelos peludos similares a orugas, se consideran hilos novedosos en la industria del diseño, ya que son especialmente adecuados para producir textiles súper suaves y acogedores.
Este hilo se utiliza para confeccionar telas y alfombras lujosas y suaves con gran profundidad de color y sombreado, además de una mayor durabilidad.
El hilo de chenilla es ampliamente utilizado en el campo de los textiles para el hogar (tela para sofá, papel tapiz, tela para cortinas, etc.) y prendas de punto debido a su suavidad, tacto suave, tejido grueso y textura ligera, que se caracteriza por las fibras retenidas en el hilo central de la funda, con forma de cepillo de botella, por lo que la chenilla es suave al tacto y de apariencia muy completa.
La chenilla es única porque su estructura presenta dos hilos centrales retorcidos con pelos cortos entre ellos. Estos pelos cortados se colocan en ángulos que le confieren la suavidad característica de la chenilla, así como su tendencia a lucir iridiscente. Una auténtica transformación de fibra a tela.