La biodegradación es una serie de procesos complejos. En primer lugar, los materiales poliméricos se rompen en tamaños y formas más pequeños (desintegración y fragmentación biológica) en el entorno externo. Luego viene la despolimerización, es decir, las macromoléculas poliméricas se descomponen en oligómeros, dímeros y monómeros de menor peso molecular. Los microorganismos utilizan los productos de despolimerización como fuentes de carbono para producir energía, biomasa y diversos metabolitos primarios y secundarios. Finalmente, está la etapa de mineralización, en la que estos metabolitos se oxidan por completo y se convierten en dióxido de carbono, nitrógeno, metano, agua y diferentes sales.
Los materiales biodegradables de ácido poliláctico tienen las siguientes características:
1. Se pueden tratar junto con la basura y también se pueden convertir en abono para regresar a la naturaleza;
2. Debido a la degradación, se reduce su volumen y se prolonga la vida útil del vertedero;
3. No existe ningún problema en que sea necesario incinerar los plásticos comunes, lo que puede inhibir la emisión de dioxinas y otros gases nocivos;
4. Puede reducir el daño a los animales y plantas silvestres causado por el descarte aleatorio;
5. Es conveniente para el almacenamiento y transporte, siempre que se mantenga seco y no sea necesario protegerlo de la luz;
6. Puede usarse ampliamente no solo en la agricultura y la industria del embalaje, sino también en la industria médica.